Casi dos meses después de la suscripción del acuerdo de cooperación entre la OIM y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay para trabajar en forma
conjunta en el reasentamiento de 120 refugiados de Siria, las familias comenzaron a llegar al país en un primer contingente compuesto por 42 personas.

El acuerdo había sido impulsado y proclamado por el Presidente de Uruguay, José Mujica, ofreciendo amparo a personas que se encontraran bajo el estatus de
refugiados, especialmente a aquellos vulnerables y priorizando la presencia de niños.

Desde entonces, la Misión de la OIM en Uruguay empezó a trabajar en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Derechos
Humanos y el ACNUR para organizar la logística para los traslados y controles de salud antes de la reciente llegada de las familias de refugiados al
Uruguay.

Las cinco familias de refugiados realizaron el traslado dese el Líbano en acompañamiento de tres traductores, médicos, representantes de la Cancillería de
Uruguay y del Secretario de Derechos Humanos Javier Miranda. Se trata de personas que perdieron sus hogares y sus pertenencias, y que debieron huir de sus
lugares a causa de la guerra civil en su país.

“El acuerdo entre la OIM y el Ministerio de Relaciones Exteriores significó una nueva oportunidad para familias que estaban huyendo de la violencia y que
hoy encuentran en el Uruguay un refugio en donde esperamos se puedan integrar de manera exitosa. Como Organización, La OIM consagra una importante parte de
su mandato trabajando para asegurar la protección, confidencialidad e integración social, en este caso para las familias sirias recién llegadas, a un país
que se reconoce como histórico país receptor”, destacó Alba Goycoechea”, Jefa de Misión de la OIM de Uruguay.

Ya en el Uruguay, fue el mismo presidente Mujica quien encabezó la delegación que los recibió. Desde entonces y durante dos meses, las familias de
refugiados estarán alojadas en el Hogar San José de los Hermanos Maristas, una casa en una zona semi rural de las afueras de Montevideo. Allí recibirán
clases de español y se capacitará a los adultos para que puedan participar del mercado laboral.

Por su parte, la sociedad uruguaya manifestó a través de diferentes medios su interés y solidaridad, la cual también fue impulsada por el gobierno con el
llamado a colaborar con artículos de primera necesidad para los refugiados sirios. El acontecimiento tomó lugar en la agenda mediática, generando
intercambios y conversaciones entre los ciudadanos de un país que se reconoce como un histórico receptor de migrantes, además de como país de origen de los
mismos.

En este sentido, la integración fue vista como un desafío tanto para los recién llegados como para el país receptor. Se espera asimismo la llegada de un
segundo contingente con otros 80 refugiados para fines de febrero del 2015. A este respecto, Miranda manifestó que el programa es por esto mismo de
“reasentamiento”, y no de migración.