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Suiza- La OIM organiza conferencia sobre la identificación de migrantes desaparecidos y ayuda a familias en el limbo

Suiza- La OIM organiza conferencia sobre la identificación de migrantes desaparecidos y ayuda a familias en el limbo


La OIM organiza conferencia sobre la identificación de migrantes desaparecidos y ayuda a familias en el limbo

El año pasado, más de 5.000 personas perdieron la vida en el proceso de migración. Este año, el número ya suma más de 600 personas, lo que es un aumento enorme en comparación con esta época el año pasado, cuando era de solo alrededor de 100. Casi 500 de las víctimas mortales de este año permanecen sin identificar, según informó el Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones.

De hecho, en todo el planeta, donde los migrantes se enfrentan al peligro y la muerte, la identidad de las personas que aparecen muertas o que son dadas por desaparecidas sigue siendo desconocida en la mayoría de los casos. Por lo general, las autoridades conceden escasa prioridad a la recopilación de datos sobre migrantes desaparecidos.

Para dar a conocer este problema cada vez mayor, y como parte del esfuerzo mundial de la OIM de informar sobre la muerte de migrantes, la OIM está organizando hoy una conferencia internacional en Ginebra, que congrega a profesionales y expertos para intercambiar información y elaborar prioridades para la acción.

La conferencia, titulada Migrant Fatalities: Identification, Tracing and Family Support [Las muertes de migrantes: identificación, seguimiento y apoyo a las familias] se llevará a cabo hoy entre 14:00 y 17:30 horas en las oficinas centrales de la OIM en Ginebra.

El evento, que será inaugurado por el Director General de la OIM, Embajador William Lacy Swing, contará con expertos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas (ICMP por sus siglas en inglés), la Universidad de Amsterdam, el Laboratorio de Antropología y Odontología Forense de la Universidad de Milán, y la European Border Deaths Research Network.

“Cuando el tsunami azotó el sudeste asiático en 2004, todo el mundo se movilizó para ayudar a recuperar e identificar a las víctimas, a pesar de la gran cantidad”, señaló el Dr. Frank Laczko, Director de la División de Investigación sobre las Migraciones de la OIM, y agregó:“Los migrantes desaparecidos reciben mucho menos atención”.

Incluso tras el naufragio muy publicitado frente de la isla italiana de Lampedusa en octubre de 2013, la mayoría de las 366 víctimas permanecen sin identificar, más de un año después. No solo los cuerpos recuperados muchas veces no se identifican, sino cuando se producen muertes en el mar, a menudo los cadáveres nunca se encuentran, según indicó el Dr. Laczko.

La identificación de los desaparecidos no es una tarea fácil, ya que muchos migrantes viajan sin documentación. En consecuencia, decenas de miles de familiares sufren enormemente por no saber si un ser querido está vivo o muerto. En cierto sentido las familias viven una “doble tragedia”: no solo una muerte en la familia, sino también la imposibilidad de un duelo adecuado, al desconocer si un ser querido fue enterrado o cuáles fueron las circunstancias de su muerte.

La investigación ha demostrado los efectos devastadores que esta situación tiene en las familias, afectando el bienestar psicológico, la dinámica familiar y las relaciones sociales, la situación económica de la familia, y procesos como la herencia, el nuevo matrimonio y la tutela de los niños. Las familias de los desaparecidos tienen derecho a conocer la suerte y el paradero de sus seres queridos, un derecho reconocido tanto por el derecho humanitario internacional como por la ley internacional de los derechos humanos.

Las familias que tratan de establecer lo que ocurrió a sus familiares desaparecidos podrían enfrentar trámites burocráticos y les podría resultar difícil obtener acceso a información confiable sobre sus seres queridos.

Entre los países no existe un método común establecido para la recolección de información sobre la muerte de migrantes, y en ocasiones ni siquiera existe entre las distintas jurisdicciones de un mismo país. Disponemos de los conocimientos técnicos necesarios para la identificación, pero aún no existe un marco internacional que establezca qué información se debe recabar y la forma en que esta se debe compartir.

En Europa no existe un sistema centralizado para la identificación de los cadáveres de migrantes, ni existe un método sistemático para informar a sus familiares en los países de origen. No hay ninguna base de datos compartida en los estados europeos o a nivel regional que contenga toda la información sobre los migrantes desaparecidos.

Cuando los cadáveres no se recuperan y cuando no se puede tomar una muestra de ADN u otra información para su identificación, la tarea de ayudar a los familiares a localizar a sus seres queridos es aun más difícil.

En Europa, un obstáculo importante sigue siendo la falta de un mecanismo para que los datos post-mortem de los países europeos donde se encuentran los migrantes muertos se puedan vincular con los datos ante- mortem de sus países de origen en todo el mundo.

Cuando se encuentra un cadáver, si se puede tomar una muestra de ADN esta se debe comparar con el ADN de un miembro de la familia con el fin de establecer su identidad; al no conocer a estos familiares, a menudo esto se vuelve imposible.

Cuando se producen naufragios, la OIM –que trabaja en el sur de Italia en el marco del proyecto Praesidium junto a ACNUR, Save the Children y la Cruz Roja de Italia– presta asistencia a las autoridades italianas para verificar si hay migrantes desaparecidos, en lo posible tratando de recopilar información basada en los testimonios de los supervivientes.

También es necesario capacitar mejor a las autoridades nacionales –como por ejemplo, los guardacostas– para que respondan cuando se recuperen cadáveres. Los procesos ad hoc y descoordinados para la recopilación, registro y preservación de los datos tomados de un cuerpo no identificado obstruyen los procesos de identificación. Agencias socias como el CICR y la ICMP también ofrecen la posibilidad de ayudar mejor a las familias de los desaparecidos en los países de origen y destino y garantizar un entierro digno y tumbas identificadas.

Esto no es solo un problema en Europa. Desde 1998, más de 6.500 personas han perdido la vida tratando de cruzar la frontera entre los Estados Unidos y México. Se calcula que un tercio de ellos no han sido identificados, y las familias de los desaparecidos continúan buscando respuestas.

El seminario de hoy comparará enfoques y experiencias de los Estados Unidos y Europa. Desde los Estados Unidos, Robin Reineke, Cofundador y Director Ejecutivo del Centro Colibrí para los Derechos Humanos, con sede en Tucson Arizona, analizará el trabajo de la organización para vincular a los familiares con sus seres queridos a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.

El Centro ayuda a las familias en su búsqueda mediante la recopilación de informes detallados de personas desaparecidas y el trabajo con los científicos forenses para ayudar a identificar a los muertos recuperados a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos. Se estima que 2.000 personas han sido reportadas como desaparecidas a lo largo de esta frontera desde que la organización comenzó a recopilar datos en el año 2000.

Para obtener más información sobre el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, por favor visitar: http://mmp.iom.int/

Para obtener más información favor contactar con las Oficinas Centrales de la OIM

Joel Millman
Tel: + 41 79 103 87 20
Email: jmillman@iom.int

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Frank Laczko
Tel: +41 79 352 6438
Email: Flaczko@iom.int