La misión de la OIM en Chile recibió USD 338.220 del Fondo Central de las Naciones Unidas para la Acción en Casos de Emergencia (CERF por sus siglas en inglés) para brindar asistencia humanitaria de emergencia a las familias afectadas por las inundaciones de finales de marzo pasado en el norte de Chile.

Mediante los fondos proporcionados por el CERF, la OIM en estrecha coordinación con el Ministerio del Interior y Seguridad Pública de Chile y a través de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) facilitará el retorno de familias desplazadas de los municipios de Diego de Almagro, Chañaral, Tierra Amarilla y Copiapó y la asistencia de emergencia a personas vulnerables que se alojan actualmente en albergues temporales o con familias de acogida.

La OIM encabezará las actividades de identificación, registro y remisión de las familias afectadas y prestará asistencia de emergencia, lo que incluye la distribución de herramientas para reparar las casas de 300 familias afectadas y la rehabilitación y limpieza de ocho albergues temporales. Además, como parte de la ayuda se tiene previsto distribuir artículos de primera necesidad, tales como kits de cocina.

Las actividades financiadas por el CERF se implementarán conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en estrecha coordinación con Cáritas y la Cruz Roja de Chile, y se basarán en los resultados de la evaluación de daños y necesidades en la región afectada que realizaron el Gobierno de Chile y el Equipo de las Naciones Unidas de Evaluación y Coordinación en Casos de Desastres (UNDAC por sus siglas en inglés), del que la OIM forma parte.

El Jefe de Misión de la OIM en Chile, Norberto Girón, destacó: “Los fondos del CERF para brindar asistencia humanitaria a las familias afectadas por las inundaciones constituyen un apoyo significativo para la recuperación de la zona norte del país y permitirán la continuación del trabajo de la OIM en apoyo del Gobierno de Chile para responder a esta emergencia”.

Según informó la ONEMI, a raíz de las inundaciones 26 personas perdieron la vida; 125 personas están desaparecidas; y unas 160.000 personas quedaron damnificadas. Además, hay 8.325 casas inhabitables (6.254 con daños mayores y 2.071 completamente destruidas). Cerca de 11,460 viviendas necesitan ser reparadas. En su mayoría las personas afectadas se hospedan con familias anfitrionas y 2.527 personas se alojan en escuelas que funcionan como albergues temporales.

Para obtener más información, favor contactar con:

Marina Esponda
OIM de Chile
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