El temor de un desastre humanitario causado por el tifón Hagupit en Filipinas se disipó por la combinación de la relativa debilidad del tifón y la evacuación masiva de alrededor de 1,2 millones de personas.

La alarma se dio cuando el pasado viernes (5 de diciembre) el tifón Hagupit se convirtió brevemente en un supertifón y parecía estar apuntando hacia la región de las Visayas Centrales, la zona que quedó devastada por el supertifón Haiyan del año pasado que dejó a más de 6.300 muertos y un rastro de destrucción a su paso.

El Hagupit tocó tierra justo al norte del área más afectada por el Haiyan y, según fuentes locales, causó la muerte a 21 personas. Luego de rebajarse al estado de tifón, el Hagupit se convirtió en tormenta tropical el lunes por la noche cuando tocó tierra en la capital Manila, donde se organizó la evacuación de los habitantes de áreas propensas a inundaciones.

La OIM respondió preparando a los equipos desde los centros de Guiuan, Tacloban, Cebu, Ormoc y Roxas y desde su centro de Manila. La mayoría informó que las evacuaciones masivas fueron un gran éxito, con muy poca pérdida de vidas, a pesar de que muchas casas fueron dañadas o destruidas.

La ciudad de Dolores en Samar del Norte recibió el impacto directo de los vientos de 200 kilómetros por hora y anoche todavía había preocupación por 23 barangays (barrios), con una población total estimada de 20.000 personas, que aún no se habían reportado. Los equipos de la OIM que llegaron a Dolores el lunes informaron de grandes daños, pero –con el espíritu de resiliencia que ha caracterizado la respuesta a los tifones en este país– los filipinos ya estaban reparando sus viviendas y algunas empresas locales ya habían vuelto a abrir sus puertas.

“El país aprendió una dura lección a partir de la alta cifra de muertos durante la temporada de tifones del año pasado”, señaló Corazón ‘Dinky’ Soliman, Secretaria del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo de Filipinas.“Haiyan ha sido el mejor maestro de todos”, agregó.“No fue difícil convencer a las personas para que se trasladaran a lugares seguros; de hecho, muchos de ellos se ofrecieron voluntariamente a hacerlo”.

Hace un mes, el Presidente de Filipinas, Benigno Aquino III, estuvo presente en la entrega de refugios temporales de la OIM en las regiones afectadas por el tifón Haiyan. Ayer por la mañana se informó que los varios cientos de refugios construidos por la OIM sobrevivieron a la tormenta.

“Felicitamos al Gobierno de Filipinas, que ha hecho un trabajo extraordinario a nivel nacional, regional y local para trasladar a los habitantes a un lugar seguro”, declaró hoy Marco Boasso, Jefe de Misión de la OIM en Filipinas.“A pesar de que esta tormenta no fue tan potente como el tifón Haiyan, fue un fenómeno meteorológico de grandes proporciones que, de no haberse planificado adecuadamente, habría causado cientos, si no miles de muertes”.

Hoy (9 de diciembre) la OIM comenzó su respuesta de emergencia, basándose para ello en los informes de los equipos de evaluación. Esto incluye la planificación de la distribución de hasta 120.000 láminas de hierro corrugado que se habían almacenado con anterioridad en Tacloban, así como 10.000 kits de higiene (jabón, lejía, cepillos, cubos, toallas, pañales, toallas sanitarias) almacenados con anterioridad en Tacloban y Cebu.

“Lo expedito y exitoso de la evacuación significa que el pueblo de Filipinas podrá recuperarse con mucho mayor rapidez y esperamos que esto sea un presagio para el futuro”, agregó Boasso.“Esta respuesta refleja que una buena preparación, que incluye la información a las comunidades, refugios seguros y sobre todo la planificación a largo plazo, tiene sentido en términos financieros y humanitarios”.

Para obtener más información, por favor ponerse en contacto con:

Marco Boasso

OIM de Filipinas

Tel: +6391 7848 5306

Email:mboasso@iom.int

o

Joe Lowry

Oficina Regional de la OIM para Asia y el Pacífico en Bangkok

Tel: +6681 870 8081

Email:jlowry@iom.int